La Casa Blanca mostró la disposición de Estados Unidos de ayudar a los gobiernos de República Democrática del Congo (RDC) y Guinea a hacer frente a los brotes de ébola recientemente declarados en ambos países y apuesta por medidas "rápidas y efectivas" para contener la crisis.
Las enfermedades infecciosas son amenazas de seguridad sanitarias y nacionales transmisibles. Mientras el mundo hace frente a la pandemia de coronavirus, el ébola ha resurgido de nuevo, de forma simultánea, en África central y oriental". lamentó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
"El mundo no puede permitirse mirar a otro lado. Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para responder de forma rápida, efectiva y con recursos suficientes para detener estos brotes antes de que sean epidemias a gran escala", ha sostenido.
Así, resaltó que el presidente estadounidense, Joe Biden, "ha sido informado" de la situación y a agregó que su Gobierno "hará todo lo posible para trasladar el liderazgo estadounidense para contener estos brotes, trabajando con los gobiernos afectados, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Africana (UA), los Centros de África para el Control y la Prevención de Enfermedades (África CDC) y los países vecinos".
Psaki desveló además que el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, mantuvo contactos con los gobiernos de Guinea, RDC, Sierra Leona y Liberia para "trasladar el mensaje de la voluntad de Estados Unidos de trabajar de cerca" con ellos.
"Los brotes requieren una respuesta rápida y aplastante para evitar consecuencias catastróficas", ha argüido Psaki, quien ha defendido que "no hay que permitirse quitar el pie del acelerador, incluso mientras se combate al coronavirus".
"Estados Unidos está preparado para hacer todo lo que esté en su mano para garantizar una respuesta global robusta y detener estos brotes", ha remachado, según un comunicado publicado por la Casa Blanca a través de su página web.
Las autoridades de RDC pusieron en marcha el lunes una campaña de vacunación contra el ébola, poco más de una semana después de anunciar un nuevo brote de la enfermedad en la provincia de Kivu Norte (este), que ha dejado hasta la fecha al menos dos muertos.
El último brote de ébola con epicentro en el este de RDC duró casi dos años, se cobró 2.299 vidas y hay constancia de 1.162 pacientes que superaron la enfermedad. Fue el décimo brote detectado en el país africano.
El país fue además epicentro de otro brote de ébola durante 2020, en este caso en la provincia de Ecuador (noroeste). En este caso, el brote --el undécimo en el país-- fue declarado el 1 de junio y fue dado por finalizado el 18 de noviembre, con 119 casos confirmados, once probables y 55 muertos.
Por su parte, el presidente de Guinea ordenó el martes una serie de medidas frente al brote de ébola detectado el domingo en N'Zerekore (sureste), entre ellas el cierre de mercados y la prohibición de las ceremonias religiosas, en un intento por contener la propagación del virus.
Guinea fue epicentro de una epidemia de ébola entre 2014 y 2016 que costó la vida a más de 11.000 personas en África Occidental, que dejó más de 28.000 casos y 11.000 muertos en este país, así como en Sierra Leona y Liberia.